...es ese puercoespín lleno de púas y suaves pliegues. Carajo, estaba enamorado del DF. Otro amor imposible a la lista.Una ciudad para querer, para querer locamente. En arrebatos...
-Hector Belascoarán Shayne-

>> sábado, 5 de diciembre de 2009

Tú sólo escribe mi corazón de grafito,
que sé que lo que salga de tu sangre de tinta
sera digno de ser recordado por tu fanática número uno.
-:-Tessaiel/Teresa-:-



Gracias pequeña, almenos así me impulsan a seguir escribiendo, ya que no es tan en vano, aunque los comentarios sean escasos

Dejé de saber de ella desde hace poco más de un año, cuando supe, por cortesía de Hi5, que se había encontrado un novio mucho más guapo, más responsable y más monógamo que yo. Nada más enterarme, en un estúpido arranque de celos estúpidos e irracionales, borré su cuenta de mi lista de amigos.

Se llamab… se llama Patricia. Tenía (almenos en nuestro tiempo) la piel apiñonada, suave, despierta y feliz. Tenía un lunar a un lado de la nuca, una manchita oculta debajo del tirante del bra (recuerdo que una noche despertó cuando intentaba robárselo), y las cejas más simétricas que he visto en mi vida.

Nos dimos el primer beso en junio del 2007 y el último en octubre o noviembre del mismo año. El último mes incluso llegué a tener mi propio cepillo de dientes en su cuarto de baño y un paquete de “goma” de reserva en el segundo cajón de su mesita de noche.

Nos prometimos amor eterno, pero la eternidad duró mucho menos de lo esperado.

Por aquel entonces yo vivía obsesionado con mi novela. Escribía de día y de noche, a cualquier hora. En cuanto me asaltaba alguna idea más o menos buena, lo dejaba todo y corría al cuaderno a teclear las palabras o a la computadora a garabatear mis ideas. Reconozco que esta obsesión mía no fue fácil de digerir para ella.

Un día, Patricia se despertó pero yo no estaba. Tras buscarme por toda la casa me encontró en la azotea, sentado en el tanque de gas con la lap sobre las piernas, titiritando de frio aquella mañana de octubre o noviembre. Se acercó y, cerrándome con furia la pantalla me dijo:

- O tu novela, o yo.

Y ahí se jodio todo.

____________________________________________________________________________

Cuento esto porque ayer se subió al metro un tipo más guapo, más responsable y más monógamo que yo. Antes incluso de darme tiempo a apagar el reproductor de música, me miro sobre el hombro de un contador y me dijo:

- ¿Eres Jean? ¿Jean Macías?
- Sí - respondí.
- ¿El ex de Patricia Fonseca?
- Amm... sí.

Y sin más, tacleando al hombre que nos separaba, se abalanzo sobre mí y me dio un puñetazo en la cara. Cuando intenté reaccionar ya había corrido y las puertas del metro se cerraban frente a mi adolorido rostro.

Ahora tengo un labio hinchado (como haciendo berrinche, como molesto), una sonrisa en la parte intacta de la boca (que convierte mi cara en un cuadro digno de Van Gogh), y una certeza: Patricia, dos años después de aquello, se sigue acordando de mí =).

2 comentarios:

Anónimo 5 de diciembre de 2009, 0:39  

Ok Ok! ..uff
pocas palabras para la entrada de hoy...
obsesión, una vez más tu amada obsesión, esta vez no sólo a alguien sino a algo jaja!
casualmente esto si pasa, es como conformarte de alguna manera y decir:
"no está conmigo, pero yo estoy en esa persona"
buuuuuu jaja
conformistas!!!

Ross Urie n___n

Anónimo 8 de diciembre de 2009, 14:15  

OOOPOR MI DIOSA O MY GODNESS MI AUTOR URBANO FAVORITO ME CITO O ESTO NO PUEDE SER MEJOR CHAT NOI TE QUEROOOO ERES EL MEJOR ATT TESSAIEL TU TERESA XD

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