Palabras
>> jueves, 19 de noviembre de 2009
No puedo parar de leer mientras me muevo (o mientras cierro los ojos, duermo, beso…). No puedo evitar transformarlo todo en palabras, en un código grafico que entendemos en esta y otras regiones del mundo. La gente que se atraviesa en mi camino tiene letras tatuadas en sus rostros (diferentes fuentes, múltiples colores, diferentes trazos, algún borrón, pero siempre letras). No los miro; los leo. Los cristales de mis lentes son escaners analógicos.
Alzo la vista al cielo y aparecen mensajes subtitulados entre el horizonte y las nubes. Escribo un sms, con la palabra CIELO, al 61111: "¿Subes o bajo?", y al rato aparece mi mensaje en blanco pachon, con fondo azul. Y ahora, la "o" final de mi mensaje está siendo violada por una avioneta de un partido politico. Y me cago en la estela del intrusismo literario.
Imagina que todos tuviéramos una palabra tatuada en la frente. Imagina una palabra que fuera sólo tuya, irrepetible, que te persiguiera hasta el fin de tus días. Una palabra cuya lectura te definiera, o dijera todo cuanto necesitaras demostrarle al mundo sobre ti y a simple vista.
Mi palabra sería: Apasionado (en todos los sentidos, claro)
¿Y la tuya? Dame cinco!!!
1 comentarios:
jaja me recuerda la charla k tuvimos el viernes !!
jodidas vidas apasionadas las nuestras!!
pero son reedivertidas jaja
me gusto la historia de hoy carnal
=)
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