D.C.R.S.

Hoy no puedo dormir, y prefiero escribir a mirar como idiota el techo, espero les guste, bonne nuit!!!

Cuando ya has pasado por el camino de pocas (o muchas) relaciones sentimentales duraderas, iniciar una nueva, desde cero, te sume sin querer en la pereza de tener que volver a contar toda tu vida con santo y señas. Reiniciar otra nueva relación es enseñar de nuevo tu currículo actualizado; contar lo mismo que a las anteriores parejas añadiendo todo lo nuevo que te ha pasado desde la última (que los estudios, que el trabajo, que la peda en una facultad ajena). Hacer un licuado de tu pasado. Volver a tu nuevo amor partícipe de tu vieja vida. Esa, como pienso, es la parte menos agradable, lo más excesivo del flechazo después de una vida bien vivida.

Nunca me ha gustado hablar de mi pasado, no me gusta ver mis diesitantos años retratados en fotos (exceptuando, quizá, mis primeros cuatro años de vida ), o retroceder en el tiempo y enseñar quién fui o por qué tomé en su día tal o cual decisión. No me gusta tener que responder a todas esas preguntas trampa: ¿Por qué tronaste con tu última novia?, ¿y con la anterior? A partir de tus respuestas ella sacará sus propias conclusiones. Supondrá saber cómo eres y a qué se enfrentará si decide continuar con esto.

Y a pesar de todo, Beatriz (La nueva Lady****) toma ahora el lugar de Monica, llevamos un par de semans juntos, y por ahora no me quejo.Durante nuestro primer fin de semana completa y babosamente juntos (las tareas debieron esperar) hemos hablado de todo menos del pasado. No me interesa el suyo y no quiero que el mío le interese a ella. "Derecho constitucional a la reinserción sentimental", lo llamo.