>> viernes, 5 de marzo de 2010
Realmente no sé cual sea tu necedad, sí, ni siquiera yo. Llevo casi veinte años aquí dentro y con los dedos puedes contar las veces que me has hecho caso. Hoy la viste, sabes que mañana se va a una fiesta a la cual no iras por la escuela. La celas. Con una necedad increíble la quieres saber tuya. Con una necesidad increíble imploras que te ame. Un beso se alarga a la oreja, de ahí baja al cuello. La pasión aumenta gracias a la penumbra. En un momento tus dientes juegan con su piel, sobre ese lunar que te vuelve loco. La muerdes, ella gime y se retuerce, se estrecha contra ti. La muerdes, la marcas. Ella pierde la cabeza fácil, se excita con sencillez, lo sabes bien. ¿Crees que a un tipo le importará ese moretón en el cuello cuando la desnude y se la coja? Ja! No, no le importará, y tú te morirás de angustia en el salón de teoría, y querrás llamarle pero no lo harás y yo me irritaré de nuevo. Después me culparás por tu torpeza.. No me haces caso, pero me escuchas, he ahí el problema.
2 comentarios:
Holas chavo aqui pasando a saludar jeje orales con tu blog y no me drogo jejejeje ta muy bueno tu blog me hare seguidor
Juajua...yo-amé la última línea!
Si yo fuera otro...no tú ni yo...otro...y si tú fueras tú, pero aquí...realmente me importaría el moretón en el cuello =S
...te quiero
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