Notas dérmicas
>> domingo, 27 de septiembre de 2009
La ultima entrada fue criticada por diversos factores, asi que aqui viene otra con ese "toque" de realismo imaginario. ;P (Caray, y se supone debo estar estudiando, jaja)
No entiendo el mecanismo de tus curvas. No entiendo cómo tu silueta puede hacerme perder hasta es punto la cabeza. Por eso mismo, por mi temor a perder del todo la cordura, decidí escribir sobre tu piel, mientras dormías, el nombre de cada uno de tus miembros. Con un marcador anoté “brazo izq.” a lo largo de tu brazo izquierdo, “almohada” en tu vientre, o "muslo" en el interior de cada pierna (con flechas indicando el trayecto a seguir).
Al despertarte transformada enn un cuadernillo de notas dérmicas te conte mis motivos y tú también decidiste hacer lo mismo: Escribir en mi piel el nombre de cada parte de mi cuerpo para no caer en la enfermedad del olvido.
Luego, al ducharnos juntos, las palabras comenzaron a correrse y a caerse de su sitio. El nombre escrito de tu “hombro der.” ahora se encontraba en tu pecho izquierdo, y el de la “cadera” en una rodilla. El nombre de tus pies se los tragó el sumidero, y el nombre de mi espalda, al juntarla con la tuya, se pegó a tu piel invirtiendo el orden de sus letras. Salimos de la ducha y, sin secarnos siquiera, hicimos el amor con nuestros cuerpos completamente descolocados, envueltos ambos en un delicioso caos anatómico.
Horas más tarde, durante una practica de laboratorio, un compañero me preguntó por qué tenia escrita la palabra "codo" en mi muñeca.
- No lo sé. No lo recuerdo... - dije mientras levantaba la mano delante de mis ojos y sonreia.